Tu
beso se hizo calor
luego
el calor movimiento
luego
gota de sudor
que
se hizo vapor, luego viento
que
en un rincón de La Rioja
movió
el aspa de un molino
mientras
se pisaba el vino
que
bebió tu boca roja.
Tu
boca roja en la mía
la
copa que gira en mi mano
y
mientras el vino caía
supe
que de algún lejano
rincón
de otra galaxia,
el
amor que me darías
transformado
volvería
un
día a darte las gracias.
Cada
uno da lo que recibe
y
luego recibe lo que da
nada
es más simple,
no
hay otra norma:
nada
se pierde,
todo
se transforma.
El
vino que pagué yo
con
aquel euro italiano
que
había estado en un vagón
antes
de estar en mi mano
y
antes de eso en Torino
y
antes de Torino, en Prato
donde
hicieron mi zapato
sobre
el que caería el vino.
Zapato
que en unas horas
buscaré
bajo tu cama
con
las luces de la aurora,
junto
a tus sandalias planas
que
compraste aquella vez
en
Salvador de Bahía,
donde
a otro diste el amor
que
hoy yo te devolvería.
Cada
uno da lo que recibe
y
luego recibe lo que da
nada
es más simple,
no
hay otra norma:
nada
se pierde,
todo
se transforma.
3 comentarios:
Totalmente cierto nada se pierde, todo se transforma! me encanto amo a drexler <3 te espero por mi blog besotes.
Jo, qué letra, qué voz, qué música... ¡qué perfección! De verdad que me encanta :)
Un abrazo y pásate cuando quieras :3
Me encanto! gracias por visitarme en mi blog Ceci :)
Un beso ;)
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