utopía andante | melómana incurable | cinéfila | adicta a los libros | hija de escritores | alma de artista

triste intento de fotógrafa | chef principiante | algún día periodista y traductora

Los que se arriesgan a leer mi locura:

Crono(lógica)mente.

10/11/13

La culpa es de Benedetti.



Ya pasó más de un año, ¿podés creer? Llevamos más de un año con estos juegos, y cómo nos cuesta entender el daño que nos hacemos…

Pero si me pongo a pensarlo bien, todo es mi culpa. Quiero decir, ¿quién me mandó a enamorarme así de vos? ¿Quién dijo que vos tenías que ser el primero que me enamorara de verdad en toda mi vida? Nadie. Yo sola me metí en esto, y ahora me cuesta muchísimo encontrar la salida (si es que existe).

Recapitulemos. Hace exactamente un año yo estaba perfectamente bien. Había tenido uno de mis mejores años, y estaba prácticamente saliendo con un chico al que quería muchísimo. Y a vos te conocía hace bastante tiempo: siempre nos habíamos llevado re bien, pero hasta ahí. Éramos buenos amigos.  Todavía trato de entender qué es lo que me pasó, porque es realmente incomprensible.

Si pienso un poco, si pienso bastante, es casi posible encontrar una respuesta: siempre fui muy difícil de enamorar. Quiero decir, un chico tiene que tener ese algo para gustarme; de otra manera no me atrae. ¿Y qué es ese algo? Es ese conjunto de cosas que siempre supe que me deslumbraban en alguien. Saber que las conversaciones con él serían de nunca acabar, saber que ama la lucha por la justicia, saber que hace lo que le apasiona, saber que persigue un sueño, saber que ama todas las formas de belleza posibles… ese algo. Y exactamente ahí es donde el problema radicaba: el chico con el que yo estaba era bueno, y lo quería mucho, pero no tenía nada, nada de eso. Y me puse a pensar si valía la pena comenzar una relación con alguien que no me tenía deslumbrada, alguien a quien yo no admiraba para nada… y me di cuenta de que no. Podía hacerlo sufrir, y en verdad no quería eso. Paralelamente me había dado cuenta de algo mucho más importante: vos eras dueño de ese algo que tanto yo buscaba. ¿Pero cómo es que en tanto tiempo no me había dado cuenta? No puede ser que me empezaras a gustar de un día para otro, no puede ser que de repente me cayera la ficha… ¿realmente era necesario que me contaras esa tarde lluviosa cuánto te gustaba ese poema de Benedetti, para que yo reaccionara? Parece que sí. Y lo pienso, y lo pienso, y lo vuelvo a pensar, y antes no me gustabas… pero en un instante cambió absolutamente todo dentro de mí. El gran problema es que desde el momento en que me fijé en vos, supe que de una u otra forma iba a ser muy, muy complicado. Ahora los motivos no importan, pero llegar a estar juntos es casi una utopía.  

Pero no tuve mejor idea que aferrarme a vos. Charlar con vos horas y horas, conocerte más, más y más… y me dejabas sin aire. Las coincidencias eran tantas que daban miedo: saber que los dos escuchábamos la misma canción en el mismo momento aunque cada uno estuviera en su casa; saber que los dos habíamos visto mil y una veces las mismas películas; saber que no nos cansábamos de leer ese mismo libro que tanto nos gusta; saber que amábamos las mismísimas bandas rock (hasta las más raras), pero también ese cantante de jazz de los años '50 y ese otro de bossa nova… Y vos, todo vos… era como si alguna vez hubiera escrito todo lo que quería en un chico, hubiera enterrado ese papel, y por arte del destino el chico hubiera aparecido… ¡STOP! Esa palabra, destino. ¡Cómo ama jugar con las personas! Si sabíamos que iba a ser difícil, si sabíamos que íbamos a tener tantas ganas de estar juntos y no íbamos a poder… ¿por qué el destino te puso en mi camino? ¿Por qué hizo que te tenga que ver todos los días, y me enamore cada vez más y más de vos? ¿Por qué hizo que realmente sienta en lo más profundo de mi alma que tenemos que estar juntos? ¿Por qué?

Y así pasó un año de estar perdidamente loca por vos. Y la peor parte es que ya ni sé que es lo que vos sentís. Me mareás. Jugás conmigo. Sabés muy bien cuánto te quiero, aunque nunca lo haya dicho, por miedo a arruinar todo… ¿pero por qué me hacés esto? Decidite. Te quedás en mi vida, o te vas para siempre. Pero no juegues conmigo. Porque te quiero más que a nadie, y tus juegos duelen, duelen mucho.

Todavía no sé cómo van a seguir siendo las cosas. Supongo que distintas, aunque daría lo que fuera porque volviera a ser como antes. La única certeza que tengo, es que esta tormenta llegó para los dos. No es una tormenta que nos permita bailar bajo la lluvia; es más bien el tipo de tormenta de la que todos huyen, porque hace daño. Y ahora estamos acá, mi amor, los dos parados bajo la lluvia, empapándonos y sin poder refugiarnos. Tenemos las piernas inmóviles, parece que no sabemos refugiarnos en el lugar correcto, o escapar de las cosas que nos hacen daño. Pero estamos. Estamos y sabemos muy bien que todo es culpa de Benedetti.


20 comentarios:

Cat dijo...

Vaya Benedetti por lo que veo ha sido un poco malo, al igual que junta corazones los separa.
Espero que tu cacao mental o soluciones rápido o corta por lo sano para que no te dañen más.
Buen texto.
Un besito!^^

Eli Portela dijo...

Yo también estoy esperando el verano para intentar aclarar algunas cosas... me gusta Benedetti, pero si él tiene la culpa de algo (cualquier cosa) dudo que sea sin querer. TIENE que tener un porqué, un final, un puntito al cual apuntar.
Un beso Ceci!

Isabel Motos dijo...

Aquí lo que va a entrar es el invierno, pero aún así, conozco muy bien esa sensación donde no te queda más que culpar a la poesía porque no hay quién entienda la vida... y proyectar toda esperanza en el verano.
Gracias por pasarte por el blog, yo también te sigo. Un saludo! :)

Aiodi G. dijo...

No entiendo el amor. Y es demasiado doloroso que uno se enamore perdidamente y el otro no. O vivir en la incertidumbre. ( en ese caso, lánzate y sea lo que Benedetti quiera. No se puede vivir a la espera siempre.) Duele que los pocos chicos que tienen ese algo, no lo vean en nosotras, pero tampoco es su culpa.

Yo estoy con los poemas de Neruda ahora, y ni te cuento lo que me afectan!

Windflower dijo...

Hola: =)
Wow, el título ya me atrapó, presagiaba una buena entrada. Y en efecto, así es. Me encanta cómo lo has escrito, porque solamente leyéndote se puede percibir un poco de esa esencia tan especial del chico, ese "algo" del que hablas. Sinceramente, creo que lo mejor que hiciste fue irte con él a pesar de estar con otro chico. Personas que tengan ese tipo de alma tan peculiar, que te atrapen simplemente con sus palabras, que lean y además les guste Benedetti... Personas así son únicas, como los amarillos de los que habla Albert Espinosa, simplemente porque aparezcan en nuestras vidas podemos sentirnos afortunadas.
Es una pena que el chico no se dé cuenta de lo que tiene. Ya verás que todo irá bien, si todo es culpa de Benedetti seguro que Benedetti también puede volver a unirles. ¡Preciosa entrada, en serio! Espero que seas muy feliz...

Un beso,
Windflower. <3

L. Avellaneda dijo...

Tan tan tan hermoso Benedetti, y tan navaja cuando quiere. Espero que esta situación se resuelva de la mejor manera posible; y ahi esté Mario, auspiciando un momento más en tu vida, tan indeleble como siempre.

La tregua me ha marcado, así que entiendo cuando a veces parece ser todo culpa del señor...
¡Beso grande, Ceci!

m dijo...

letras que atrapan y cautivan....
saludos peruanos...

Dan dijo...

Hace un año estabas perfectamente bien, pero ahora estás viva :)

Acuarelagris dijo...

Casí nunca entiendo la palabra Amor, mucho dicen que para sentirlo debes de sufrir. Y creo que es verdad porque despúes de todo no puedes alcanzar algo sin antes haber luchado y porque no, haber sufrido un poco.
Me ha encantado este texto.
Saludos n_n

Anónimo dijo...

Que decirte...
Jugatela? Me atrapó esta historia, y por mi parte exijo un buen final ;)

Besos, excelente relato (como siempre)!

Marsé dijo...

Impresionante historia, ¡Escribes genial!Es verdad que el amor a veces es difícil pero ya verás que al final siempre hay un final para cada uno.

Un beso desde http://marsehistorias.blogspot.com.es

G. dijo...

Todo es culpa de que por fortuna o desgracia, ambos amen ese poema de Benedetti. A veces pasa, que uno conoce a una persona hace bastante tiempo, pero no son precisamente "buenos amigos", luego puede ser por una charla que puede durar quince, incluso diez minutos, y es como si algo se encendiera en medio de los dos. Personalmente no soy muy de creer en el destino, pero si que creo que NADA en esta vida nos pasa porque si, si algo sucede es porque debía suceder para que aprendamos, para que mejoremos, para lo que sea; pero todo por nuestro bien, aunque en el momento no lo veamos. Creo que tu estas aprendiendo a ser mas fuerte, a saber que NADIE puede jugar contigo, no si tu no lo permites, y estas dándote cuenta que no lo vas a permitir. Que se decida de una vez ¿no?

Espero que te encuentres bien, exitos y un beso enorme ♥

Celeste dijo...

Es tan atrapante tu manera de escribir...! Excelente!

Y como consejo, es mejor dejar las cosas claras, ir de frente, toda la sinceridad posible. Es lo más sano. No da lugar a confusiones.
Por más que vos creas que no hace falta decir nada... a veces nos equivocamos pensando así.

Suerte hermosa!

Genesis Garcia dijo...

HOLAAAAAAAAAAAA! :) ¿como estas? espero muy bien... Es hermoso todo lo que escribist, vaya que malo fue Benedetti jeje.. Me gusto mucho la publicacion n.n lastima no haber pasado antes... Saludoss

Mica dijo...

Que tiene que ver benedetti en todo esto?¿ un libro que los unió, una frase?¿ mas de eso no creo. Estoy de acuerdo en que nadie tiene la culpa, enamorarse no exige encontrar culpables, mucho menos vamos encontrar el porque, quizás dar mensajes con doble intención no es lo mismo que sentarnos frente a alguien y decir la verdad lo que sentimos, quizás cuesta pero si eso es lo que queremos, es el camino mas certero, ánimos, (te leía hace un tiempo y volví a encontrar tu blog, que por cierto sigue divino) mucha luz!

Unknown dijo...

El amor. Dar lo que no se tiene a quien no es, decía Lacan.

Nos construimos en una falta, a lo largo del proceso de elaboración de la identidad se conforman significantes a la medida de nuestros deseos. Así construimos simbólicamente nuestra realidad.

El amor es jodidamente asimétrico. El que da, da más que lo que tiene, pues constituye un otro desmesurado para quien lo ama, y el que recibe, realmente no es, pues como sujeto se ha definido en una carencia.

Pipi dijo...

Ufff que historia. Creo que por más que lo quieras, que lo adores o sea la persona perfecta para vos, fijate si te merece. Por como decía que juega con vos. Es una linda historia de amor a pesar de estos últimos tiempos, hay momentos en los que quisieramos parar el tiempo en esos momentos perfectos pero lo que viene también es destino. Ojalá todo mejore, ojalá se vean y vuelvan a esa "chispa" del principio. Te deseo lo mejor reina, besooos

Sir Bran dijo...

Una tormenta...
suena a motivo forzado

sin embargo
en tu escribir
se dulcifica bellamente.

Saludos

Lilo dijo...

Benedetti. Cuántas historias representas.

lidia dijo...

Benedetti, ¿Es en serio? Yo amo su poema "Utopías" Y la forma en la que... escribiste este texto es simplemente genial.
Me encanto.
Besos